El inicio de la maternidad es una etapa de ilusión y grandes expectativas que, sin embargo, lleva asociadas emociones que en ocasiones pueden hacer sentir a la mujer desbordada. Es el caso de la inseguridad, el miedo, o el desconocimiento, que implican a menudo el afrontamiento de una nueva situación vital.
Durante el inicio de la maternidad las emociones de alegría, la motivación por este nuevo rol y por la llegada de una nueva vida, conviven con otras emociones como son la tristeza y la ansiedad.
Como todos los cambios, la maternidad también trae consigo la pérdida de nuestras rutinas, nuestras costumbres, el tiempo personal y de ocio….y aparecen nuevos requerimientos que necesitan que estemos más alertas y el aprendizaje de nuevos roles: saber cómo cuidar al bebé, intuir qué le sucede, por qué llora..
La relación de pareja también se puede resentir ya que dedicamos menos tiempo personal y todo se centra en los cuidados del bebé. Si a todo esto le unimos el cansancio y la falta de sueño se produce una combinación que puede llevar a la mujer a estados de tristeza y ansiedad que hay que saber manejar para poder disfrutar al máximo de esta nueva experiencia y saber aportar el cuidado y el cariño necesarios tanto a nuestro bebé como a nuestra pareja y, por supuesto, a nosotras mismas. Un dato: El 13% de las madres españolas padecen depresión postparto, según un estudio realizado por el Hospital Universitario Vall d´Hebron (Barcelona).
Te damos los siguientes consejos:
- Trata de ganar tiempo para dormir y descansar cuando el niño esté dormido
- Pon límites a las visitas: necesitas tiempo para ti y para tu familia, no pasa nada por decir “no” y posponer la visita a un momento en el que te encuentres más descansada.
- Dedica un tiempo para tu pareja, para charlar sobre cómo os sentís, los miedos, las inseguridades, e incluso para pediros perdón por algún momento en el que debido al cansancio no habéis sabido comunicaros.
- No pasa nada por pedir ayuda. no existen las “súper-mamás”, no tienes por qué saberlo todo. Comenta con amigas, familiares o profesionales las dudas que tengas. Esto no quiere decir que seas peor madre, seguro que te sentirás comprendida y arropada.
- Mírate al espejo, dedica un mínimo de tiempo para ti: cámbiate de ropa durante el día, sal a pasear con el bebé, esto te obligará a arreglarte, salir y hablar con otras personas.
- No olvides disfrutar del bebé, no sólo ocuparte de él o cuidarle. A veces nos olvidamos de disfrutar debido al peso de la responsabilidad o del miedo a no saber cuidarle. Disfruta del contacto con él, abrázale, siéntele, bésale….
Y si lo necesitas no dudes en pedir ayuda a un profesional. ¡Estamos aquí para ayudarte!
Alicia Jiménez Castellot
Puedes ver este artículo también en nuestra colaboración con centradaenti.es